LA AGENCIA EFE HA PUBLICADO UNA BUENA NOTICIA PARA ESPAÑA.
El incombustible pianista de jazz cubano Chucho Valdés regresa a Barcelona, en el marco del 42º Festival Internacional de Jazz, para presentar su nuevo disco, "Chucho's Steps", junto a la banda The Afro-Cuban Messengers, en el que explora y acentúa los aspectos africanos de su jazz.
"Es un disco ambicioso y muy trabajado. Rompemos las combinaciones típicas de la música afrocubana y el jazz para renovar y crear de nuevo", ha reconocido Chucho Valdés hoy en una rueda de prensa en Barcelona en motivo de su actuación el 17 de noviembre en el Palau de la Música junto al septeto The Afro-Cuban Messengers.
El artista cubano, hijo del gran Bebo Valdés, ha explicado que la complejidad de su último trabajo, una secuencia de cincuenta compases que no se repiten, nace con el fin de transportar "la música folclórica a un estado de ingravidez".
"Chucho's Steps", alabado en Estados Unidos, donde lo presentó tras siete años de ausencia cosechando muy buenas críticas, ha sido para el músico un "arduo trabajo" en el que incluso pensó en "tirar la toalla".
Este nuevo trabajo, que se presenta como un excelente maridaje entre la música afrocubana y el jazz, abre el camino a nuevas investigaciones musicales: "Es el comienzo de un ciclo de innovaciones. Ahora estamos en otros proyectos que tienen un trabajo armónico muy elaborado".
Chucho Valdés ha asegurado que no sabe "hasta dónde llegará" su exploración musical y ha atribuido parte del éxito al trabajo en equipo junto a su grupo, formado por Lázaro Rivero en el bajo, Juan Carlos Rojas en la batería, Yaroldy Abreu en la percusión, Dreiser Durruthy en la bata y la voz, Carlos Manuel Miyares como saxo tenor, Reinaldo Melián en la trompeta y Mayra Caridad Valdés en la voz.
"Chucho's Steps" -que llega tras el exitoso "Juntos para siempre", que grabó junto a su padre y fue ganador de un Grammy Latino en 2009- es también un reconocimiento a grandes nombres del mundo del jazz, como la familia Marsalis, a quien dedica la canción "New Orleans".
El homenaje a la música cubana llega con la pieza "Danzón", mientras que "Julián" está dedicada a su hijo más pequeño, de cuatro años, de quien ha asegurado que será un gran músico.
"Begin to be good" resume dos 'standards' famosos, el "Begin to Beguine" de Cole Porter y el "Lady Be good" de George Gerswhin, y el tema "Chucho's Steps", que da nombre a este disco de ocho piezas, es un homenaje a John Coltrane.
A sus 69 años, Chucho Valdés, que ha reconocido ser un enorme coleccionista de discos, ha revalidado su etiqueta de músico incansable enamorado de su trabajo: El que ama la música va a estar tocando y explorando siempre nuevos sonidos", ha sentenciado.
En esta línea, ha dicho ser comprador de música antigua, de la historia del jazz, porque "quien conoce las raíces puede desarrollar presente y futuro" y de nuevos talentos, como el pianista y compositor estadounidense Vijay Iyer, de quien se ha reconocido un gran admirador.
Entre sus planes futuros, Chucho Valdés llevará a cabo una serie de conciertos el próximo año para presentar un reciente trabajo junto a la cantante cubana Omara Portuondo, aunque no ha descartado una colaboración con su padre, Bebo Valdés, quien, a sus 92 años, "está descansando en su casa" tras llevar a cabo una serie de conciertos.
"Es un disco ambicioso y muy trabajado. Rompemos las combinaciones típicas de la música afrocubana y el jazz para renovar y crear de nuevo", ha reconocido Chucho Valdés hoy en una rueda de prensa en Barcelona en motivo de su actuación el 17 de noviembre en el Palau de la Música junto al septeto The Afro-Cuban Messengers.
El artista cubano, hijo del gran Bebo Valdés, ha explicado que la complejidad de su último trabajo, una secuencia de cincuenta compases que no se repiten, nace con el fin de transportar "la música folclórica a un estado de ingravidez".
"Chucho's Steps", alabado en Estados Unidos, donde lo presentó tras siete años de ausencia cosechando muy buenas críticas, ha sido para el músico un "arduo trabajo" en el que incluso pensó en "tirar la toalla".
Este nuevo trabajo, que se presenta como un excelente maridaje entre la música afrocubana y el jazz, abre el camino a nuevas investigaciones musicales: "Es el comienzo de un ciclo de innovaciones. Ahora estamos en otros proyectos que tienen un trabajo armónico muy elaborado".
Chucho Valdés ha asegurado que no sabe "hasta dónde llegará" su exploración musical y ha atribuido parte del éxito al trabajo en equipo junto a su grupo, formado por Lázaro Rivero en el bajo, Juan Carlos Rojas en la batería, Yaroldy Abreu en la percusión, Dreiser Durruthy en la bata y la voz, Carlos Manuel Miyares como saxo tenor, Reinaldo Melián en la trompeta y Mayra Caridad Valdés en la voz.
"Chucho's Steps" -que llega tras el exitoso "Juntos para siempre", que grabó junto a su padre y fue ganador de un Grammy Latino en 2009- es también un reconocimiento a grandes nombres del mundo del jazz, como la familia Marsalis, a quien dedica la canción "New Orleans".
El homenaje a la música cubana llega con la pieza "Danzón", mientras que "Julián" está dedicada a su hijo más pequeño, de cuatro años, de quien ha asegurado que será un gran músico.
"Begin to be good" resume dos 'standards' famosos, el "Begin to Beguine" de Cole Porter y el "Lady Be good" de George Gerswhin, y el tema "Chucho's Steps", que da nombre a este disco de ocho piezas, es un homenaje a John Coltrane.
A sus 69 años, Chucho Valdés, que ha reconocido ser un enorme coleccionista de discos, ha revalidado su etiqueta de músico incansable enamorado de su trabajo: El que ama la música va a estar tocando y explorando siempre nuevos sonidos", ha sentenciado.
En esta línea, ha dicho ser comprador de música antigua, de la historia del jazz, porque "quien conoce las raíces puede desarrollar presente y futuro" y de nuevos talentos, como el pianista y compositor estadounidense Vijay Iyer, de quien se ha reconocido un gran admirador.
Entre sus planes futuros, Chucho Valdés llevará a cabo una serie de conciertos el próximo año para presentar un reciente trabajo junto a la cantante cubana Omara Portuondo, aunque no ha descartado una colaboración con su padre, Bebo Valdés, quien, a sus 92 años, "está descansando en su casa" tras llevar a cabo una serie de conciertos.
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